lunes, 3 de noviembre de 2008

Comunicación, poder y contrapoder en la Sociedad Red


Trabajo realizado por Alba García Barrera y Rocío García Peinado.

"La propaganda es a la democracia
lo que la cachiporra al estado totalitario." -
Noam Chomsky.


En las últimas décadas, la comunicación y la información se han convertido en las principales fuentes de poder y contrapoder (entendido este último por Manuel Castells como la capacidad de un sujeto para “resistirse y desafiar a las relaciones de poder institucionalizadas”), de dominación y de cambio social, y el motivo por el cual esto constituye la realidad que vivimos hoy día es que en nuestra sociedad se está librando una batalla en pos de la opinión pública. Tanto los periódicos como los sujetos de los proyectos del contrapoder funcionan en la actualidad dentro de una nueva estructura tecnológica, lo cual tiene consecuencias en las formas, medios y metas de su conflictiva práctica.



La tecnología de la comunicación está en constante proceso de transformación, y la era digital en que nos movemos amplía el alcance de los medios de comunicación a todas las esferas de la vida social en una red que es a un tiempo global y local, genérica y personalizada, según un patrón siempre cambiante. Sin embargo, y a pesar de esta evolución social compleja y multidimensional, el proceso decisivo que da forma a la sociedad (tanto a nivel individual como colectivo), es la dinámica de las relaciones de poder. Y las relaciones de poder, en nuestro contexto socio-tecnológico, dependen mayormente del proceso de comunicación socializada de distintas maneras.

Pero la opinión de la población no se modela a través de mensajes explícitos en los medios de comunicación, sino que es precisamente la ausencia de un determinado tipo de contenidos en los medios lo que hace que la sociedad lo desconozca y, por tanto, no pueda opinar sobre ello. La ciudadanía no se lee los programas políticos de los candidatos. Confían en la información que los medios les proporcionan acerca de dichas posturas. Y es por ello por lo que, en resumidas cuentas, el conjunto de los medios de comunicación conforma el espacio donde se decide el poder.



Como consecuencia, si la credibilidad, la confianza y el personaje en sí mismo se convierten en aspectos decisivos en el momento de decidir el resultado político, la destrucción de dichos aspectos constituye una de las armas políticas más poderosas. Y tomando en consideración que es raro tener una vida personal intachable, los errores personales t la corrupción política se convierten en la comidilla mediática de la política. Y es precisamente a esta política del escándalo a la que se le atribuye la caída de un gran número de políticos, gobiernos y regímenes de todo el mundo.

Según Castells, estos escándalos políticos pueden presentar dos tipos de efectos:
  • Pueden afectar al proceso de elección y a la toma de decisiones debilitando la credibilidad de aquellos sujetos afectados por el escándalo.
  • O bien, puede tener consecuencias duraderas en el ejercicio de la democracia, siendo probable que los escándalos sean como mínimo un factor desencadenante del cambio político a corto plazo y del arraigo del escepticismo respecto a la política formal a largo plazo.


Cabe destacar que existe una crisis generalizada de la legitimidad política en prácticamente todos los países, ya que, según los sondeos realizados en los años 2000 y 2002 por el secretariado de las Naciones Unidas y por el Fórum Económico Mundial, dos tercios de los ciudadanos del mundo creían que su país no estaba gobernado según la voluntad del pueblo, lo que explica la razón por la que gran parte de la población tiende a votar más en contra que a favor, eligiendo el menor de dos males.

    Por otra parte, es de recibo señalar que la difusión de Internet, la comunicación móvil, los medios digitales y un gran abanico de herramientas de software social, han impulsado el desarrollo de redes horizontales de comunicación interactiva que conectan local y globalmente en un tiempo determinado. Con la aproximación entre Internet y la comunicación móvil y la difusión gradual de la capacidad de la Banda Ancha, el poder comunicador de Internet está siendo distribuido en todos los ámbitos de la vida social, al igual que la red de suministro eléctrico y el motor eléctrico distribuían energía en la sociedad industrial.

    Los principales medios de comunicación utilizan los blogs y las redes interactivas para distribuir sus contenidos e interactuar con su público, mezclando los modos de comunicación horizontal y vertical. Pero también hay abundantes ejemplos en los que los medios de comunicación tradicionales se nutren a través de producciones autónomas de contenidos que utilizan la capacidad digital para producir y distribuir. Los medios de prensa por Internet se están convirtiendo en fuentes de información fiables e innovadoras a escala masiva. Por tanto, la creciente interacción entre redes de comunicación horizontales y verticales no significa que los principales medios se estén apoderando de las nuevas formas autónomas de generación y distribución de contenidos, sino que se está dando un proceso contradictorio que origina una nueva realidad mediática, cuyos contornos y efectos se terminarán de decidir a través de una serie de batallas políticas y empresariales por el poder, mientras los propietarios de las redes de telecomunicación se hallan posicionándose para controlar el acceso y el tráfico en favor de sus socios y clientes preferidos y preferentes.


    Nos encontramos en un nuevo ámbito de comunicación y en un nuevo medio, pero éste, aunque tampoco es capaz de determinar el contenido y el efecto de sus mensajes, posibilita una diversidad ilimitada y el origen de la mayoría de los flujos de comunicación que construyen y reconstruyen a cada segundo la producción global y local de significado en la opinión pública, evitando también, en cierta manera aunque no al 100%, lo que Bennet vino a denominar en el año 2003 como “indexing” (práctica mediante la cual los periodistas y los redactores limitan la variedad de opiniones y temas políticos acerca de los cuales informan a aquellos que se expresan dentro de la corriente política dominante).

    De esta forma, la Web 2.0 abre el abanico de influencias en el campo de la comunicación, permitiendo una mayor intervención de los ciudadanos que refuerza a los movimientos sociales y a las políticas alternativas. Pero no se debe olvidar que, al mismo tiempo, también las empresas, los gobiernos y los políticos se interponen en el espacio de Internet. De ahí que las tendencias sociales contradictorias se expresen tanto por uno como por otro lado en los medios de comunicación de masas y en los nuevos medios de comunicación. De este modo, el poder se decide cada vez más en un espacio de comunicación multimodal, y, tal y como afirma Castells, “en nuestra sociedad, el poder es el poder de la comunicación”.

    No hay comentarios: