lunes, 10 de noviembre de 2008

Soft libre como alternativa al Copyright

Trabajo realizado por Rocío García Peinado y Alba García Barrera.

Z Magazine entrevista a Richard Stallman.

(Haz click sobre la imagen para verla más grande).


De toda la entrevista, deseamos resaltar la siguiente afirmación de Stallman, y partiremos de ella para realizar nuestro comentario:

"A problem arises when people who might be sympathetic to our ethical position, but focus on other issues, fall into the habit of helping to pressure others into using non-free software. It falls to me to tell them they are doing so, that they with their own actions are giving certain large companies more power. When you send someone a '.doc' file, a 'Word' file, or an audio or video file in RealPlayer or Quicktime format, you are actually pressuring someone to give up their freedom. Perhaps because I constantly have to bring this up, people believe I don't have a sense of proportion."
El software libre se refiere, según la Free Software Foundation, a la libertad de los usuarios para:

  • Usar el programa, con cualquier propósito.
  • Estudiar el funcionamiento del programa, y adaptarlo a sus necesidades.
  • Distribuir copias, con lo que puede ayudar a otros.
  • Mejorar el programa y hacer públicas las mejoras, de modo que cualquier otra persona pueda beneficiarse de ellas.
Un ejemplo claro y que está actualmente en voga es OpenOffice. Pero en páginas como SoftwareLibre.org podemos encontrar multitud de información acerca de un gran abanico de programas de soft libre.

Por otra parte, consideramos que el software libre es una alternativa que ofrece una gran validez para aquellas personas cuya visión sobre la compra de programas de nuevas tecnologías o los derechos de autor en sí mismos suponen un ataque contra el fondo de sus bolsillos.

Pero la afirmación mantenida en el párrafo anterior no pretende constituir en ningún momento una crítica contra esa postura en particular, ya que es igual de válida que cualquier otra.

Nuestra visión en particular se encuentra entre dos aguas:

  • No comprendemos por qué si una persona sabe hacer sus propios programas y desea compartirlos con el resto de la población sin ponerles ningún impedimento a la hora de adquirirlos, usarlos o editarlos, no habríamos de permitir que así fuese.

  • Pero, por otro lado, entendemos que hay quienes igualmente crean esos programas y desean ver recompensado su esfuerzo y dedicación con una serie de ganancias.

Así, no vemos la necesidad de que todos los ciudadanos deban posicionarse a favor de una u otra argumentación. Ambas son igual de válidas y pueden apoyarse indiscriminadamente a razón de uno u otro según cada caso en concreto.

No hay comentarios: