martes, 28 de octubre de 2008

Ética Informacional

Trabajo realizado por: Alba García Barrera y Rocío García Peinado.

El mundo futuro supondrá más bien un esfuerzo cada vez
más exigente contra los límites de nuestra inteligencia,
y no una cómoda hamaca en la que tumbarnos
mientras cuidan de nosotros nuestros esclavos robóticos”.
Wiener (1964), p. 69.

La principal novedad que propone Floridi en cuanto a la concepción de la Ética de la Información frente a la idea tradicional de Ética Aplicada o Microética, consiste en que esta última tan solo supone una pequeña parcela de la misma.

El problema de una interpretación taxativa de la Ética de la Información como Microética se encuentra en la imposibilidad de englobar una enorme diversidad de temas relevantes, que de este modo quedarán ocultas o inexplicadas. Las versiones características de la EI, que privilegian tan solo un cierto aspecto del ciclo informacional, resultan insatisfactorias. Este modelo no debería usarse con la pretensión de encasillar de un modo irrefutable cualquier problema, sino sacarle partido a la utilidad de tal esquema con el propósito de superarlo más adelante por medio de un punto de vista más amplio, que presentaría la EI como una Macroética, independiente del campo y susceptible de aplicación.

La Ética Informacional trata la información como recurso (usar cierta información), como producto (generar más información) y como objetivo (intervenir con ello en el entorno informacional), y es independiente de cada campo; frente a la EA, que se supone práctica, profesional, pero dependiente de cada campo.

Algunas de las repercusiones en comportamientos éticos de los tecnólogos con la merma de su capacidad de utilizar cierta información como recurso, como producto y como objetivo, podrían ser las siguientes:

  1. La información como recurso. El agente tratará de conseguir toda la información que sea capaz de reunir para obtener una mejor conclusión sobre lo que debe hacerse. La merma consiste en que el grado de responsabilidad que adquiere el agente es directamente proporcional a la cantidad de información que posea. Se debe impedir que el discurso ético se reduzca a una simple contrastación de la mayor o menor cantidad, cualidad e inteligibilidad de los recursos informacionales. La Ética de la Información como recurso puede describirse como el estudio de las cuestiones morales motivadas por los conceptos de disponibilidad, accesibilidad y precisión de los recursos informacionales. Ésta, también trata temas como la brecha digital, el empacho informacional, y el análisis de la fiabilidad y la confiabilidad de las fuentes de información.
  2. La información como producto. El agente es a un tiempo consumidor y productor de información, y tiene la posibilidad tanto de estar sujeto a sus limitaciones, como de beneficiarse de las oportunidades que ésta le brinda. La Ética de la Información como producto se ocupa de cuestiones morales como la imputabilidad, la responsabilidad, la legislación sobre la calumnia, el testimonio, el plagio, la publicidad, la propaganda, la desinformación y las reglas pragmáticas de la comunicación.
  3. La información como objetivo. Las acciones y las valoraciones del agente influyen en el entorno informacional, y en la actitud de respeto (o de ultraje) que éste podría mostrar frente a la privacidad o la confidencialidad de los sistemas de información.

Por otra parte, la Ética Informacional establece los deberes del agente moral mediante cuatro leyes morales básicas:

  1. No debe causarse entropía en la infosfera (ley de omisión).
  2. Se debe evitar la entropía en la infosfera.
  3. Se debe eliminar la entropía de la infosfera.
  4. Se debe promover la prosperidad de las entidades informacionales y de toda la infosfera conservando, cultivando y enriqueciendo sus propiedades.

* La entropía se entiende aquí como la medida de la incertidumbre existente ante un conjunto de mensajes, de los cuales se va a recibir uno solo.

Estas cuatro leyes esclarecen ligeramente lo que implica comportarse como un agente comprometido y meticuloso en la infosfera:

  • Por un lado, un proceso será tanto más desafortunado y su agente-fuente será tanto más reprobable, cuanto menor sea el número de orden de la ley que haya incumplido.
  • En el otro extremo, un proceso será tanto más encomiable y su agente-fuente será tanto más digno de alabanza cuanto más se satisfaga la conjunción de la ley de omisión con, al menos, una de las otras leyes, y no la simple suma de sus efectos. Téngase en cuenta que, de acuerdo con esta definición, una acción será incondicionalmente encomiable sólo si no genera entropía durante su implementación; y la mejor acción moral será aquella que logre satisfacer las cuatro leyes a la vez.
  • Finalmente, un proceso que tan solo satisfaga la ley de omisión (es decir, que deje intacto el nivel de entropía en la infosfera) o bien no tendrá valor moral alguno, o bien será por igual desafortunada y encomiable.

Algunos ejemplos de incumplimiento de las leyes morales de la Ética Informacional podrían ser: los hackers, los troyanos, los virus, los backup, el spam, el phising, los crackers, el software espía, los pop-up, etc.

Trabajo realizado por: Alba García Barrera y Rocío García Peinado.

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